lunes, 14 de diciembre de 2009

*

Te soñe una vez y perdi la cuenta, de todas esas veces que te habia soñado despierta.
Recorde que recordarte me dolia, y olvide, pero mi rebelde inconsciente te soñaba, una y otra y otra vez.
Te visito a veces, y te lloro otras, Aun no decidio si lloro por ti o por mi, pero lloro.
Lloro porque no se si escuchas mi llanto, lloro porque no quiero que escuches mi dolor, pero no puedo evitarlo y lloro.
Lloro cuando olvido recordarte. Lloro cuando recuerdo olvidarte. Y lloro, porque no tenerte me da ganas de llorar. Finalmente lloro, por lo que no tuviste, por lo que no tendras, por todo lo que no podre darte.
Lloro por lo que te di, por lo que te entristecio y por lo que te hizo feliz.
Lloro, porque asi, olvido que me duele, y solo lloro. Y llora sola.
Llore en tu hombro, y fue el llanto mas feliz. Y ahora lloro porque tu hombro no esta. Porque tu abrazo no esta. Porque tus palabras no estan.
Lloro porque te fuiste, porque me dejaste sola. Porque no estas, y porque te deje ir.
Lloro porque el llanto me consuela, al no tener consuelo para no tenerte aquí.
Lloro en mis tristes silencios, para que no escuches que lloro por ti.

3 AÑOS
3 AÑOS
3 AÑOS
3 AÑOS
3 AÑOS
3 AÑOS
3 AÑOS
3 AÑOS
3 AÑOS
3 AÑOS

viernes, 11 de diciembre de 2009

*

Esta sentada frente a la computadora. Tiene una mano sobre el Mouse, y se escucha intermitentemente un “click”. No puedo distinguir con exactitud donde terminan sus delgados dedos, y donde comienza el pequeño aparato.
La otra mano, se desliza hábilmente por el teclado, es otra extensión de su cuerpo. Lo domina, lo somete, y sin demostrarlo le provoca un placer que no siente. Cada tecla es una célula viva en su ser.
Esta extremadamente inclinada hacia delante. Desarrollo una peculiar joroba en el último tiempo, como si una parte de ese infernal aparato hubiera germinado y crecido dentro de ella. Recuerdo las primeras veces, cuando se recostaba sobre su espalda, placidamente. Ahora, se queja constantemente del dolor.
Tiene los ojos clavados en el monitor, pero de una forma ríspida, penetrante, como si pudiera ver mas allá de la pantalla, del otro lado. No puedo asegurar que es exactamente lo que esta mirando, que punto fijo, que espacio, que carácter; no logro determinar si lo hace con interés o indiferencia. Los pixeles en la pantalla parecieran desordenarse dentro de ella. No alcanzo a percibir lo que siente, no se si aun siente. No estoy seguro de que aun sepa que la estoy mirando.
Veo letras, palabras, frases, párrafos enteros. Es curioso como su rostro parece entender lo que dicen, pero su vista no se aparta de un único punto fijo. Los ojos parecen contraerse por momentos, y luego, una inabarcable calma de inmovilidad. Su rostro adquiere un gesto expectante, algo similar a una emoción, o lo que quedo de ella. Pareciera que de un momento a otro hundirá su nariz en la pantalla, y se mimetizaran en una silenciosa metamorfosis. Yo la miro, esperando un suceso que no sucede, porque nada ocurre, porque todo continúa el mismo monótono ritmo. Un dedo se desliza en el teclado, un click quiebra el silencio hasta parecer ensordecedor, y luego la nada, el vacío inconsistente.
Puedo pasar horas mirándola, simplemente allí, sentada.
Espero. Aun alucino con que en algún momento reaccionara. Sigo esperando, y sin darme cuenta, estoy inmóvil, tan inmóvil, más inmóvil que ella.
Continúo observándola. Espero. Mi cuerpo se ha vuelto tan ríspido como su mirada. Mis órganos se acostumbran a su quietud, van perdiendo inercia.
La miro. Parece que esta vez si, va a suceder, va a fundirse, ¡va a dejarme para siempre! ¡Va a hacerlo! Casi puedo sentirlo, ocurrirá…es inminente.

martes, 8 de diciembre de 2009

HORMIGUITAS





Para mi sobrino Nicolás, que iluminó mi camino cuando sólo había oscuridad.
Para que crezca feliz, para que sea libre, para que sepa construir, para que pueda crear, para que quiera soñar.
Florencia Redondo.

HORMIGUITAS (cuento infantil en seis partes)



PARTE 6


Antes de comer, las cinco hormiguitas les contaron a sus amigas lo que había pasado, que al ayudarse y trabajar juntas habían podido bajar todas las hojitas, y que solas no hubieran podido. Y por sobre todo, que al intentarlo se dieron cuenta de que podían lograrlo.


(Ilustración por Kartini)

domingo, 6 de diciembre de 2009

HORMIGUITAS (cuento infantil en seis partes)


PARTE 5

Ahora que estaban juntas, el árbol no parecía tan alto, ni tan lejanas las hojas. Ahora que estaban todas juntas era imposible pensar en no intentarlo. Las cinco hormiguitas empezaron a trepar despacito, y se ayudaron entre todas para llegar a la cima.
En la copa del árbol había muchísimas hojitas, y entre todas trabajaron y lograron bajarlas. Pero cuando iban a sentarse a comerlas, se dieron cuenta que eran demasiadas; así que decidieron llamar a todas las hormiguitas vecinas para que comieran con ellas.


(Ilustración: "Hands drawing hands" por MC. Escher)

jueves, 3 de diciembre de 2009

HORMIGUITAS (cuento infantil en seis partes)


PARTE 4
-Tenemos hambre-
Se lamentaban las cuatro hormiguitas sentadas bajo el árbol.
Otra hormiguita que pasaba, les dijo:
-Pero en el árbol hay muchas hojitas ricas para comer-
-Pero mirá que alto que están. No podemos bajarlas-
-¿Lo intentaron?
Preguntó la hormiguita.
Las demás hormiguitas se miraron entre si.
-No, no lo intentamos-
Dijeron.
-Y bueno, ¡¡hay que intentarlo!!
Dijo la hormiguita muy contenta.


(Ilustración: "Waiting for rain" por Jim Warren)

martes, 1 de diciembre de 2009

HORMIGUITAS (cuento infantil en seis partes)


PARTE 3






-Tenemos hambre-
Se lamentaban las tres hormiguitas sentadas bajo el árbol.
Otra hormiguita que pasaba, les dijo:
-Pero en el árbol hay muchas hojitas ricas para comer-
-Pero mirá que alto que están. No podemos bajarlas-
-Tienen razón-
Les contestó la hormiguita y se sentó bajo el árbol.


(Ilustración: "The Walking Lesson" por Jacek Yerka)