lunes, 15 de marzo de 2010

otro TRISTE cumpleaños


Estaban mirando por la ventana. No hacia frio, pero sus cuerpos estaban helados.
Se habian envuelto en una vieja frazada de cuadros para engañar al frio que nacia en ellos.
Hacia un rato que timidamente se habian tomado de la mano, y ella apoyo con ternura la cabeza en su hombro.
No se miraban.
La ventana daba a un jardin sin flores; solo habia pasto y algunos arboles. Ni siquiera el limonero que empezaba a dar sus primeros frutos habia florecido. Era como si lo hubiese olvidado.
El cerro los ojos un momento. Su cuerpo continuaba frio, pero en las zonas donde su piel tocaba la de ella, hervia, y sentia como comenzaban a formarse las ampollas por el insoportable calor.
Conversaban a traves de sus manos.
Ella le contaba que habia soñado con un gorrion amarillo, que tenia miedo, y que queria comer chocolate.
El le contesto que no tenia sueños, y que ya no podia comer chocolate.
Tenia miedo.
El abrio los ojos poco a poco. De su boca no salieron palabras. Ella estaba ya muy cerca, tan cerca... demasiado cerca.
Se oyo la bocina de un tren.
El se deshizo en un sonido.
Ella no lloro.

lunes, 1 de marzo de 2010

looser



Hay días en los que solo quiero bajar los brazos y rendirme de una vez por todas. El mundo complotado en mi contra me aplasta como a una insignificante hormiga bajo dos toneladas de concreto. Con mis ultimas fuerzas respiro, estoy lista para tirar la toalla; y ahí apareces vos, con tu asquerosa expresion de decepcion, a decirme que tengo que seguir. Y yo, con mi cara de escéptica insufrible (y con no pocas ganas de mandarte a masticar pasto de una patada en alguna parte de tu cuerpo) te pregunto para que. ¿Para esperar de pie la próxima caída?
Ese discurso cursi de la autosuperación, enfrentar el destino y superar las adversidades, le podrá haber dado resultados a Maradona, pero, por si no te diste cuenta, no, no soy Maradona.
Solo quiero rendirme y descansar. Déjame, déjame que abandone. Ya perdí mi objetivo. Quiero quebrarme y descansar, como una patética perdedora, pero descansar al fin.